Bugs, bichos y extraños visitantes del campamento (5)
Para muchos escuchar esa palabra genera algo más que miedo. En el imaginario popular la serpiente es un animal temido y despreciado. Maligna, perversa y símbolo del mal por excelencia, el relato bíblico de la tentación de Eva y caída del hombre perpetuó esa imagen que termina sellando el destino fatal de los encuentros con serpientes. Aunque para mí es un animal fascinante y hermoso, siempre lo he mirado desde la esfera del respeto que genera un animal potencialmente mortal.
La cultura occidental fuertemente influenciada por el cristianismo y la doctrina del pecado terminó por satanizar a estos animalillos. Basta con efectuar una búsqueda en la red para comprobar que la asociación aún perdura. Para la psicología está entre líneas la asociación de placer, lujuria, mujer y pecado en la representación del pasaje bíblico que relata el encuentro de Eva y la serpiente. Se habla del conocimiento del bien y el mal, quizás los padres de la iglesia vieron en la palabra de Dios señales de la natural inclinación del hombre hacia el lado oscuro.
Ecuador es un país megadiverso (entre los 10 primeros a nivel mundial de reptiles) y como no podía ser de otra manera, muy rico en especies de ofidios y el bosque seco dominante en la región sur occidental de la provincia de Loja no es la excepción.
A donde quiera que vaya, el miedo a la serpiente está presente. Hay quienes dicen que estamos programados para temerles, pues nuestros ancestros evolucionaron capacidades para detectarlas y evitarlas cuando éramos unos seres más vulnerables a ellas. Curioso cuando menos. Y como no puede existir edén sin serpiente la paz de nuestro lugar de trabajo se vio interrumpida en más de una ocasión por la amenazante presencia de nuestras escamosas visitantes.
Tal como lo imaginan amigos, el miedo y la fascinación se presentaban a partes iguales cuando una serpiente (grande o pequeña) hacía su presentación. Vale recordar el caso del ejemplar cuya fotografía encabeza este post. La pequeña atrevida se deslizó con tranquilidad hacia el escritorio de la Secretaria de nuestra institución, quien en medio de gritos se lanzó por encima del computador y corrió en busca de ayuda. La tensa situación derivó en risas cuando los salvadores de nuestra compañera de trabajo se apresuraban a tomar fotografías de la serpiente, la cual irremediablemente fue sacrificada.
La imagen que se muestra a la derecha corresponde a la llamada Culebra de acero o acerillo, una pequeña culebra ciega que tiene una fuerte hemotoxina que destruye los tejidos, pero dada su pequeña boca su dieta se limita a gusanos y pequeños invertebrados. Su nombre lo toma del bello color metálico que posee esta especie.
Como siguiente integrante acá vemos a una serpiente muy colorida y bella: la falsa coral, cuya disposición de colores llamativos hace muy notoria su presencia. No debe ser confundida con la coral, la cual es muy venenosa.
Para finalizar es necesaria una reflexión: No todas las serpientes son venenosas ni tampoco todas constituyen un peligro, a pesar de su aspecto amenazante y fiero, muchas son tímidas y útiles controladoras de plagas que de no ser por ellas acabarían con las cosechas. Si bien existen algunas que pueden causar la muerte de seres humanos, por lo general rehuyen su presencia. La mayoría de los encuentros con estos reptiles se dan debido a la excelente capacidad de camuflaje que tienen, el caminante o el campesino no las ve y las pisa provocando la reacción de defensa de estos animales.
El avance de la frontera agrícola, el uso de pesticidas, la quema de bosques, pero sobretodo la ignorancia hacen que estas maravillosas criaturas sean cada vez más escasas y difíciles de observar. La preocupación sobre el estado de conservación de varias especies debería de ser mayor, ya que desde hace algunos años en localidades cercanas (aprox. a 40 km.) se las comercializa como supuesta cura para el cáncer (ver [1] y [2]) en localidades a las que acuden personas desesperadas a consumir su caldo y veneno, con los riesgos para la salud que conllevan la mezcla entre desesperación, pensamiento mágico, superstición y desconocimiento.
Anterior(es):
Bugs, bichos y extraños visitantes del campamento (Presentación y arácnidos)
Bugs, bichos y extraños visitantes del campamento (2, La Plaga de langostas)
Bugs, bichos y extraños visitantes del campamento (3, Las Iguanas)
Bugs, bichos y extraños visitantes del campamento (4, Lagartos)
En la Web:
Ofidiofobia: Miedo a las serpientes.
El Cerebro Reptiliano en Adán y Eva
México desconocido: ¿Coralillo o falso coralillo?
Fotonaturalista: Cómo diferenciar una serpiente coral auténtica de una falsa coral
Música: Iron Butterfly – IN A GADDA DA VIDA – 1968 – YouTube
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Hola Martin,
no todas las serpientes son venenosas (¡menos mal!) pero es curioso como nos provoca una gran adversión a la mayoría. Viendo la primera fotografía recordé que hace un par de años tuve que armarme de valor y me enfrenté a una igualita a ella. Se coló en el garaje y puedo asegurarte que los crios corrieron más deprisa al verla que Usain Bolt. ¡ja, ja, ja! Como que yo no podía correr me tuve que hacer «cargo» del animalito. Esa noche soñé con el bífido. 😉
Un saludo
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Jajaja Francisco no dudo que los críos huyan al verle. Y como bien apuntas si bien no todas son venenosas, ocasionan casi unánimemente una reacción de terror.
Gracias por tu comentario y saludos 🙂
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Supongo que se alimentan de insectos y roedores. En las regiones en donde las matan, ¿están viéndose ya las consecuencias que suele tener la desaparición del predador principal? ¿Explosión de ciertas poblaciones de insectos y mayor uso de pesticidas? Que no habrían sido necesarios si se dejara a las serpientes hacer lo suyo.
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Hola Elena, creí ya haber respondido a tu comentario(cosas de WordPress supongo). Muy interesante lo que apuntas, si bien no te podría dar datos exactos sobre el verdadero impacto (en realidad muchas de estas especies cada vez son más escasas) me congratula decirte que la región ha sido declarada Reserva de la Biosfera, la sexta de mi país.
Un saludo y gracias por comentar.
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Martíncx, hay un bicho ante el que mi fobia sucumbe. No lo soporto ni en fotografía. De manera que el día en aparezca en esta serie de artículos tuyos, tendré que esperar a que publiques muchos posts para volver, no vaya a ser que me lo tropiece de frente 😛 😛 😛 😛
Saludos a todos.
PD.- El bicho en cuestión empieza «cuca» y termina por «racha»… Puagggg…. ¡¡qué asco!!
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Hombre Siesp, no te preocupes que esos indeseables bichos no harán su aparición en esta (casi completa- falta una entrega) saga.
Creo que las cucarachas son la prueba definitiva de la inexistencia del Diluvio universal, ¡Quién en su sano juicio las llevaría en el arca! ¿No crees? 😛
😆
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¡¡Por la Constrictor de Alice Cooper!! vaya bichos 😆 😆 😆
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Jaja ¡Ni que lo digas ramrock! Tu comentario me ha recordado de esa gran canción Alice Cooper – Poison
😀
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Soy fan de Alice Cooper desde 1971, conozco practicamente todo, jejejejejeejejee.
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Gran música, no he tenido la oportunidad de verlo en vivo, pero ha de ser espectacular.
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¿En directo?, pues mira, por ejemplo: http://youtu.be/NH8mmayZ1jA
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Muy bueno amigo!. Ah, Hoy he encontrado una lagartija en mi terraza!… Besos Aquileana 😀
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q chiste jajajajajajajajajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
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q chiste causa de la iguana
jajajajajajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
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